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Beijing, balance de resultados y pendientes

















En 2020 se cumplen 25 años de la cuarta Conferencia Mundial sobre la
Mujer celebrada en Beijing en 1995. Reconocida como una importantísima
reunión de alto nivel, la conferencia marcó un punto de inflexión para
la igualdad de las mujeres en el mundo y dio paso a planes nacionales de
cumplimiento a su programa de medidas.



Con motivo de la conmemoración, la Federación de Mujeres Cubanas
(FMC) invitó a participantes en la cita, especialistas y representantes
de organizaciones nacionales e internacionales a realizar un balance
sobre el recorrido desde la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer
(México, 1975), hasta los avances y retos actuales de las mujeres en
Cuba.



“La Federación jugó un papel muy activo en la organización de las
conferencias mundiales. Toda la labor internacional de la organización
se caracterizó siempre por la denuncia de las situaciones más críticas y
sus causantes; por la solidaridad con las mujeres que luchaban en todas
partes del mundo; por la defensa de nuestra política exterior y también
por ir avanzando en las concepciones sobre la igualdad de la mujer y la
igualdad de género”, dijo Yolanda Ferrer durante un panel celebrado el
15 de enero en la sede nacional de la Central de Trabajadores de Cuba
(CTC).



Ferrer, actual presidenta de la Comisión Permanente de Relaciones
Internacionales de la Asamblea Nacional Poder Popular (ANPP), participó
en las delegaciones de Cuba en varias conferencias, entre ellas Beijing
(1995).



“En la Convención de México (1975) se señaló la necesidad de
estadísticas, pero ya en Nairobi (1985) se podían analizar las
estadísticas y la realidad demostraba que los avances alcanzados eran
insuficientes y persistían discriminaciones en la esfera económica,
política y social, y por otra parte en los países en desarrollo
prácticamente no habían resultados porque no existían recursos para
establecer servicios”, dijo Ferrer durante su intervención.



Por su trascendencia la cuarta conferencia realizada en Beijing es
considerada la más significativa con la participación de más 50 mil
personas.



“Se encontraron enfoques muy reaccionarios sobre todo en lo referente
al desarrollo, a los derechos sexuales y reproductivos, a la paz,
especialmente en el caso del bloqueo a Cuba, al concepto de género y su
significado, a la diversidad sexual, entre otros. En Beijing no pudimos
mantener en los textos todos los conceptos y definiciones que nos
parecieron justos y más necesarios. pero fue una gran vitoria. Cuba
expuso los logros de la Revolución en materia de igualdad y justicia
social, incluidas la justicia de género. Regresamos con la alegría de la
misión cumplida: mantener el párrafo del bloqueo, que por vez primera
en una Conferencia de este tipo se lograba colocar”, concluyó la
diputada quien fuera integrante del Secretariado Nacional de la FMC por
más de 30 años y su secretaria general de 1990 a 2012.



Entre los principales resultados de ese encuentro, trasciende hasta
nuestros días la Plataforma de Acción de Beijing un documento que para
Margarita Valle Camino, diplomática y especialista del Ministerio de
Relaciones Exteriores, sigue teniendo vigencia.



“Es un documento que no se puede perder por su valor, por el momento
histórico en que se adoptó. Es un documento que tenemos que atesorar y
cuidar a la hora de hablar de la equidad de género”, expresó Valle
Camino.



Durante el encuentro se recordó el liderazgo de Vilma Espín Guillois,
presidenta de la FMC desde su fundación y hasta su muerte. Yolanda
Ferrer recordó su liderazgo estratégico reconocido internacionalmente.



“Vilma era una estratega en todo y ella tenía una autoridad muy
reconocida. Era muy valiente y  en cuanto a la unidad en la diversidad
ella fue una defensora siempre. Se reunía y discutía con todas las
tendencias”, reflexionó Ferrer.



Plan de acción nacional de seguimiento a la Conferencia de Beijing







“Siempre decimos con mucho orgullo que el primer programa de igualdad
fue la Revolución cubana, aunque en los primeros años se llamara la
Batalla por la igualdad de la Mujer, porque era un conjunto estructurado
de políticas, programas y acciones multisectoriales promovidas por el
Estado con metas e indicadores claramente trazados, y con el objetivo de
alcanzar la igualdad de la mujer en las condiciones de Cuba”, dijo
durante su presentación Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la
FMC.



La también integrante del Buró Político del Partido Comunista de Cuba
(PCC) y del Consejo de Estado, expuso resultados y retos de las cubanas
en materia de derechos y autonomía.



Las asistentes coincidieron en que Plan de acción nacional de seguimiento a la Conferencia de Beijing,
con carácter de ley, institucionaliza la política de equidad de género,
reconoce a la FMC como el mecanismo para el avance de la mujer en la
isla y establece áreas prioritarias en el trabajo intersectorial.



De las 12 áreas de interés que marca el Plan de Acción de Beijing, el
Plan nacional desarrolla las relacionadas con empleo, medios de
comunicación, trabajo comunitario y de atención social, educación y
salud, promoción a cargos de decisión, legislación, derechos sexuales y
reproductivos.



Entre los asuntos incluidos en el plan se encuentran la investigación
y la publicación de estadísticas. Mayda Álvarez Suárez, directora del
Centro de Estudios de la Mujer de la Federación de Mujeres Cubanas,
recordó la importancia que siempre le ha dado la organización a la
investigación, y en particular su eterna presidenta Vilma Espín.



Además, se refirió a estudios realizados por la institución que
constituyen referentes fundamentales para hablar de equidad de género en
el país, entre ellos la Encuesta Nacional de Igualdad (2016).



“Vilma siempre tuvo esa visión de la necesidad de acompañar las
decisiones que se tomaban en cuanto a políticas y programas con
evidencias científicas”, comentó la psicóloga e investigadora durante el
encuentro.



Por su parte, Amarelle Boué expuso resultados del Plan Nacional en
respuesta a la Conferencia de Beijing, entre ellos significó la
aplicación de políticas públicas con perspectiva de género
principalmente acciones independientes de organismos e instituciones
implicadas; adelantos en la condición de las cubanas en las diferentes
esferas de la vida económica y social de país y logros en la
capacitación en materia de género y derecho en el sector jurídico.



Otros resultados se constatan, aseveró, en los avances en la
investigación y publicación de estadísticas, además de la aprobación de
nuevas disposiciones legales entre las que destacó la Constitución de la
República y la inclusión en su articulado de la protección a los
derechos de las mujeres.



“Las altas cifras de participación de las cubanas en  la vida
económica, política, social y cultural del país demuestran todo lo que
se ha avanzado, más allá de las estadísticas, en las historias de vida
de las mujeres de cualquier familia cubana”, dijo la secretaria general
de la FMC.



Entre los desafíos resaltó los patrones culturales, sexistas y
discriminatorios, que aún subsisten y llamó a consolidar una cultura de
igualdad en las familias, así como a continuar trabajando en la
prevención y eliminación de cualquier manifestación de violencia contra
la mujer.



“Este es un desafío que tenemos por delante”, dijo refiriéndose a la violencia machista.



“Muestra la voluntad del Estado cubano del rechazo a la violencia;
está contemplado en los documentos rectores del PCC y lo acabamos de
poner en la Constitución. Hay una voluntad política de ser severos en el
enfrentamiento a este problema. Para implementar esto estamos creando
un grupo interinstitucional para evaluar la profundidad y todos los
temas que tengan que ver con la violencia. Se está haciendo un programa y
además el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) está trabajando
con el Ministerio del Interior (MININT) y la Policía Nacional
Revolucionaria (PNR) para colaborar en el protocolo de actuación que
deben tener para enfrentar la violencia, y de igual forma con Tribunales
y Fiscalía”, explicó  Amarelle Boué al concluir el  encuentro.








Por: Lirians Gorillo Piña


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