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Abuelita dice…



Abuelita dice…



He aquí algunos trucos
para tener en cuenta en el hogar. Si tienes los tuyos, escribe a
mujeres@enet.cu, para agregarlos a la lista.



Antihumedad: Si necesitas absorber el exceso de
humedad en algún sitio introduce en una bolsa plástica previamente
agujereada unos puñados de cal y guardarlo en dicho lugar.



Antióxido: Para quitar el óxido de algún cuchillo o utensilio de cocina, es bueno frotar un trozo de cebolla, untado en sal.







Armarios zapateros: Evitas el olor fuerte de estos armarios podemos colocas en cualquier recipiente algunos granitos de café y otros de anís.



Gavetas: Si entran y salen con dificultad, nada mejor que untarlas con un poco de jabón. Verás que ruedan.



Clavos y tornillos: Si tienes que introducir un clavo en algún lugar y no quiere dañar la pared, antes de clavarlo úntale jabón.







Cubiertos de madera: Habrás notado que con el uso se
ennegrecen. Para limpiarlos sumérgelos de cuando en cuando en agua
tibia mezclada con agua oxigenada o vinagre.



Horno: Para mantenerlo limpio, no es necesario
utilizar aerosoles ni productos especiales, sólo requiere espolvorear
las manchas de grasa con sal, cuando todavía están calientes. Así la
grasa sale fácilmente.



Humo: Si te molesta el humo, sea de cigarrillo o frituras, puedes encender dos velas en la habitación y ellas suavizan el ambiente.







Manchas de café: No te alarmes, coloca encima de la mancha hielo picado y déjalo actuar hasta que se derrita, luego lava normalmente.



Manchas de sangre: Lo mejor es remojar las prendas en agua fría, luego se puede lavar normalmente. No debes usar agua caliente.



Mármol: Si en las superficies de mármol  se han
instalado en ella algunas manchitas rebeldes, empapa la zona con agua
oxigenada pura, déjala actuar toda la noche y a la mañana siguiente
limpia la superficie.



Moldes y cacerolas: Cuando queden restos de alimentos, para eliminarlos es mejor utilizar agua fría o tibia, en vez de caliente.



Peines: Quedan como nuevos, si los sumerges en agua tibia con un chorrito de vinagre, después se enjuagan bajo la pila.



Restos de cemento o yeso: Si han quedado en el
suelo, paredes o zapatos, para eliminarlos hay que frotar el residuo con
una piedra pómez humedecida en agua.



Los quemadores de las hornillas se limpian de lo
mejor si le pasas las tapitas usadas de los limones. Después un poco de
espuma, aclara con agua, y listo.



Para fregar platos que hayan contenido huevo, pescado, mariscos y los ceniceros, quítales primero el olor con jabón amarillo.



No coloques cazuelas ni recipientes metálicos en tu refrigerador. Es
preferible utilizar envases de plástico o cristal para guardar los
alimentos. Así consumes menos electricidad.



El agua de ablandar las papas, ¡no la tires! Además de servir de base
para sopas, resulta magnífica para limpiar artículos de plata. El
procedimiento es simple. Cuando el líquido esté frío, sumerge y frótalos
suavemente. Déjalos por unos minutos. Después, sécalos y abrillanta con
paño (preferentemente de lana) bien seco.



El recipiente donde preparaste el caramelo para el flan quedará limpiecito si hierves en esta agua un pedacito de jabón.



Con vinagre








  • Un método radical para quitar el depósito calcáreo de las ollas es
    hacer hervir agua con vinagre. Ponlos a refrescar con el líquido y
    mantenlas así durante varias horas.

  • El fondo de la cafetera quedará resplandeciente si lo limpias con una mezcla de vinagre y sal.

  • Las partes esmaltadas de tu cocina, límpialas con un paño humedecido en vinagre y en agua caliente.

  • Los recipientes largos y de boca estrecha que parecen difíciles de
    limpiar basta echarles un poquito de vinagre con una o dos cucharadas de
    sal. Déjalos asentar por una media hora y luego agita fuertemente .

  • Para limpiar las ventanas de la cocina, que generalmente acumulan
    mucha grasa, mezcla tres cuartas partes de agua con una cuarta de
    vinagre, y lústralas con un paño áspero.

  • A los floreros que se manchen con los residuos de las flores y el
    agua, échales un poco de vinagre caliente. Espera un rato y luego
    lávalos con detergente y agua tibia.

  • El vinagre también es bueno para limpiar los cristales de los
    espejuelos sin rallarlos. Pon una gota en cada uno y frota delicadamente
    con un paño suave, luego enjuágalos bien.

  • La loza y las piezas de cerámica a veces se manchan con el uso. En
    la mayor parte de los casos, esas manchas desaparecen cuando las frotas
    con un poco de sal y restriégalas con esponja o paño áspero humedecido
    con agua.


A la hora de lavar



No eches nunca el detergente cuando la ropa está ya metida en la lavadora.



No metas más ropa en el agua de la que normalmente la lavadora puede mover cómodamente.



Si tu lavadora se desborda por exceso de detergente, vierte dentro un
chorrito de vinagre o un poco de sal, y la espuma se controla al
momento.



Si una mancha es resistente trata de exponerla un ratico al sol y
luego vuelve a restregarla inclusive con un pedacito de jabón
directamente o una pizca de polvo de detergente seco.



Los cuellos y bordes de las mangas de las camisas son las zonas que
más suciedad recogen. Con un cepillo plástico mojado en jabón, límpialas
suavemente hasta que formes una especie de pasta blanca, y después
procede como de costumbre. Las prendas quedarán como nuevas.



Para borrar la línea del dobladillo que has alargado, aparte de lavar
con cuidado la pieza, moja el área con agua y vinagre y, al plancharla,
utiliza un pedazo de papel humedecido y la plancha caliente.



Las prendas confeccionadas con telas de encaje requieren cuidados
especiales a la hora del lavado. No las estrujes. La mejor manera  es
remojarlas en agua jabonosa. Si están manchadas o muy sucias, repite la
operación. Luego enjuágalas con abundante agua.



El vinagre y la sal bastan para reavivar los colores. Los polvos de
talco y la sal se convierten en magníficos absorbentes para quitar
manchas. Además, la sal evita el mal olor, absorbe la humedad y la
grasa, y también blanquea.



El procedimiento más seguro para devolver a la ropa blanca su perdida
prestancia es sumergirla en esta solución: un galón de agua bien
caliente con un cuarto de taza de cloro y una taza de detergente  común.
Agita la mezcla hasta que esté completamente disuelta, y luego pon las
prendas en remojo durante una hora. Después, lávalas como acostumbras.
Antes de proceder al blanqueado, asegúrate de que la prenda no traiga
etiqueta que prohíba el uso de cloro o lejía.



Las sábanas nuevas de buen colorido se conservan impecables si antes
de lavarlas por primera vez las sumerges en agua fría con sal por 24
horas, cuando estén secas, plánchalas y listas para usar y mantener su
compostura. En tu armario, identifícalas a primera vista:



Dobla las cameras en forma rectangular y las personales dales la forma de un cuadrado.



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