Es un Día de la prensa cubana diferente a todos los otros. El mundo atraviesa la pandemia del nuevo coronavirus.
Nohay medio de prensa en el planeta que hoy no incluya entre sus
principales titulares alguno relacionado con la enfermedad Covid-19, que
en la actualidad alcanza a todos los continentes del orbe, menos a la
Antártida.
Desde inicios del pasado siglo, en 1918, cuando ninguno de los que
habitan hoy la Tierra pensaba nacer –salvo excepcionales longevos-, no
se da una pandemia de tan grandes proporciones como la actual. La de
entonces, conocida como Gripe española, contagió a un tercio de la
población mundial y mató a unos 50 millones de personas.
Sobre esta que ahora mantiene en alerta al planeta, declaró el pasado
miércoles el director general de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus: «Nunca antes habíamos visto una
pandemia provocada por un coronavirus. Y nunca antes hemos visto una
pandemia que pueda controlarse al mismo tiempo».
Al respecto, Ghebreyesus agregó que «La OMS ha estado evaluando este
brote durante todo el tiempo y estamos profundamente preocupados tanto
por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los
niveles alarmantes de inacción».
«No podemos decir esto más claro o más alto, o con la suficiente
frecuencia: todos los países aún pueden cambiar el curso de esta
pandemia», subrayó enfático el director general de la OMS.
Cuba no ha quedado al margen de la Covid-19, pero aquí no hay inacción.
Un Plan Nacional de Prevención y Control mantiene a raya la enfermedad
en esta Isla, y a los periodistas cubanos también nos corresponde un
importante papel en tan singular combate.
Nos estrenamos en esta trinchera, aunque entrenamiento no nos falta.
Llevamos combatiendo más de seis décadas contra el más poderoso enemigo
del mundo, que intenta denodadamente asfixiarnos como nación.
A ese permanente enfrentamiento, se agrega la lucha contra los huracanes
y el tornado, contra el mosquito Aedes aegypti, contra el H1N1
(causante en 2009 de la pandemia anterior a la actual), contra el
caracol gigante africano, y contra otras enfermedades que no se curan
precisamente con vacunas: indisciplinas, corrupción, ineficiencias,
burocracias, desidias...
Sí, los periodistas cubanos estamos preparados para contribuir desde
nuestros puestos a combatir el nuevo coronavirus. De hecho, la
estrategia gubernamental para prevenirlo y controlarlo concede un lugar
destacado dentro del Plan de comunicación a los medios de prensa.
En reunión de chequeo del actuar contra el nuevo coronavirus, el
Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, luego de reconocer el
papel activo de la población, insistía en que hay que seguir dando
información diaria de lo que está pasando con la enfermedad en el país y
aclarar cada duda.
Sin tremendismos ni pánicos, es en ese punto donde entra la prensa, y
también en desmentir con agilidad y argumentos las noticias falsas sobre
el tema, que no pocas veces, cuando son referidas a Cuba, tienen como
segunda intención desacreditar, sembrar confusión y desconfianza,
empleando sobre todo las nuevas tecnologías y las potencialidades de
Internet con sus redes sociales.
José Martí, quien fundara el periódico Patria, un día como hoy hace 144
años, apuntaba que «El periodista ha de saber desde la nube hasta el
microbio...» En este siglo XXI ya es totalmente imposible que el
periodista lo sepa todo, pero sí ha de saber dónde encontrar la
información acerca de todo y cómo trasmitirla.
Hoy, quizás no sepamos tanto de nubes, pero sí estamos obligados a saber
de microbios, en particular del virus SARS-CoV-2. Y con la asesoría de
los expertos, de las voces más autorizadas, explicar cómo y cuándo,
insistir en las medidas de protección y sus razones.
Es mejor pasarse, decía el Presidente cubano hace dos días, que
quedarnos cortos en los cuidados. La enfermedad está en la Isla y
tenemos que evitar la propagación, aseveraba Díaz-Canel, y en estas
lides, como en todas las batallas libradas por Cuba, la prensa cubana
estará en la avanzada.
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